El propósito es estimular al máximo la totalidad del sistema de pensamiento, emociones, acciones de calidad y poder llevar a cabo un plan de acción a partir de la magia del momento en que la lógica y la emoción fluyen como un estímulo simultáneo, debatiendo entre la razón y la emoción, eludiendo momentáneamente los mecanismos de defensa que vigilan en nuestra conciencia. 

Al finalizar el proceso interiorizamos opciones que nuestra rutina diaria no permite emerger, produciéndose una apertura hacia nuevas acciones que podemos adoptar. Es como darnos a nosotros mismos esa patada en el trasero que nos mueve fuera de un lugar en el que podemos estar atascados.

Desarrollando la mejor versión de las personas, las organizaciones y sus equipos tendrán un alto desempeño, desde el desarrollo su liderazgo interior para la creación de resultados extraordinarios. Creemos que la clave del éxito radica en elementos difíciles de observar cómo confianza, resiliencia, presencia y creencias que influyen directamente en las relaciones humanas.